Receta dedicada a mi amiga Sandra y su madre Blanca
Ingredientes para la masa:
300g harina de repostería
120g azúcar
150g mantequilla
1 huevo grande
1 cuchara de extracto de vainilla
Ralladura de 1/2 limón
Ingredientes para la crema pastelera:
450g leche
50g nata para montar
75g yemas
150g azúcar
30g maizena
15g harina de repostería
1 cuchara de extracto de vainilla
Ralladura de limón o algunas gotas de aceite esencial de limón
Piñones y azúcar glas para la decoración
Preparación:
Para la masa quebrada, verter todos los ingredientes en un bol y amasar rápidamente a mano hasta obtener una masa homogénea, cubrir con papel film y dejar reposar una hora en la nevera.
Para la crema pastelera, batir las yemas con el azúcar, la harina y la maizena. En una cazuela se calienta la nata, la leche, la ralladura de limón y vainilla. Una vez caliente se quita la ralladura de limón con un colador, y se añade a la mezcla de yemas. Volver a verter la mezcla en un cazuela y cocinar durante algunos minutos hasta obtener una crema densa (remover siempre) y retirar del fuego. Verter en un bol de cristal, tapar con papel film y dejar enfriar la crema en la nevera durante 1 hora.
Precalentar el horno a 180°C. Dividir la masa quebrada en dos partes. Extender la masa quebrada entre dos hojas de papel de horno a 4mm y forrar un molde redondo de 22cm. Pinchar la masa con un tenedor y rellenar con la crema pastelera. Extender el resto de la masa quebrada y tapar la tarta. En alternativa podemos cortar 8 tiras de masa quebrada y decorar la tarta para crear un efecto enrejado. Apretar bien en los bordes para evitar que se abra durante la cocción. Pinchar las superficie y decorar con piñones. Cocinar la tarta de la abuela en el horno precalentado y ventilado a 180°C durante 40-50 minutos. Sacar la tarta del horno y dejar enfriar encima de una rejilla. Decorar con azúcar glas.
La tarta de la abuela tiene sus orígenes en la Toscana, pero hoy en día se prepara en toda Italia. Pocos ingredientes con un gran resultado: masa quebrada crujiente, crema pastelera deliciosa y piñones. Un postre atemporal, ideal para el desayuno, la merienda o para culminar una buena comida!